Chile. El Senado de Chile ha iniciado la votación del Proyecto de Ley que permite la
introducción de la televisión digital terrestre. Como es natural, el
debate legislativo ha permitido que este proyecto mejore sustancialmente
en muchas cosas, sin embargo, siguen pendientes cuestiones clave como
asegurar que la televisión digital terrestre sea gratuita, así como la
duración, forma de renovación y titularidad de las concesiones, entre
otros.
Esto último es de vital importancia por cuanto con la TV digital no sólo se regula una norma técnica, como algunos sostienen, sino que en su Ley se encuentran en juego bienes públicos con un impacto social, cultural y económico equivalente a los más estratégicos recursos naturales del país. En el proyecto del gobierno estos bienes públicos se están asignando sin licitación y sin contraprestación o royalty alguno, a unas pocas empresas privadas de capitales nacionales y extranjeros y con duraciones excesivamente largas y en la práctica perpetuas.
Aquí bien vale la comparación con la recientemente aprobada Ley de Pesca, en la que esta fórmula de enajenación de bienes públicos dio pie a los más encendidos discursos de los legisladores. ¿Acaso el carácter estratégico de un bien sólo puede ser invocado en caso de tratarse de recursos alimentarios? ¿No comprenden los legisladores que con la TV y su regulación se está decidiendo también sobre los derechos de expresión e información y sobre la concentración o diversidad de los discursos culturales? No nos olvidemos que la regulación de la televisión determinará quienes tienen derecho a comunicar y qué difunden o callan, según sea el caso. Quienes tengan el espectro definirán la línea editorial de los canales de televisión a través de los cuales nos informamos. Así, resulta indispensable hacer un llamado al Congreso Nacional a que debata con la profundidad, el tiempo y la pasión que colocaron en la Ley de Pesca.
Finalmente y ya que la agenda política del año en curso gira cada vez más en clave electoral, me parece que es indispensable que los candidatos presidenciales se pronuncien sobre el Proyecto de Ley de Televisión Digital y ayuden a que del Congreso Nacional salga una Ley que verdaderamente permita más y mejor televisión para todos y no sólo una que consagra la propiedad de unos pocos sobre un bien que nos pertenece y cuyo uso nos impacta a todos.
Esto último es de vital importancia por cuanto con la TV digital no sólo se regula una norma técnica, como algunos sostienen, sino que en su Ley se encuentran en juego bienes públicos con un impacto social, cultural y económico equivalente a los más estratégicos recursos naturales del país. En el proyecto del gobierno estos bienes públicos se están asignando sin licitación y sin contraprestación o royalty alguno, a unas pocas empresas privadas de capitales nacionales y extranjeros y con duraciones excesivamente largas y en la práctica perpetuas.
Aquí bien vale la comparación con la recientemente aprobada Ley de Pesca, en la que esta fórmula de enajenación de bienes públicos dio pie a los más encendidos discursos de los legisladores. ¿Acaso el carácter estratégico de un bien sólo puede ser invocado en caso de tratarse de recursos alimentarios? ¿No comprenden los legisladores que con la TV y su regulación se está decidiendo también sobre los derechos de expresión e información y sobre la concentración o diversidad de los discursos culturales? No nos olvidemos que la regulación de la televisión determinará quienes tienen derecho a comunicar y qué difunden o callan, según sea el caso. Quienes tengan el espectro definirán la línea editorial de los canales de televisión a través de los cuales nos informamos. Así, resulta indispensable hacer un llamado al Congreso Nacional a que debata con la profundidad, el tiempo y la pasión que colocaron en la Ley de Pesca.
Finalmente y ya que la agenda política del año en curso gira cada vez más en clave electoral, me parece que es indispensable que los candidatos presidenciales se pronuncien sobre el Proyecto de Ley de Televisión Digital y ayuden a que del Congreso Nacional salga una Ley que verdaderamente permita más y mejor televisión para todos y no sólo una que consagra la propiedad de unos pocos sobre un bien que nos pertenece y cuyo uso nos impacta a todos.
Fuente: FW
No hay comentarios:
Publicar un comentario